miércoles, febrero 16, 2011

Día Feliz :D

Hoola!!!!
Como la ven?? Estoy aburrida T_T jajaja y como no tengo ánimo de hacer mucho, haré lo que me gusta!!! Escribir!!!! Oh sii!!!!

1.- Me bañe tooda la tarde en la piscina con mi primo. jajaja, Martin!!! hicimos guerra de agua.. y quién ganó??? Pues yo!! jajaja soy 16 años mayor que él.. bueno así suena feo... El tiene 5 jajajaja yo 21 xD jajaja Probablemente, no debería sentirme orgullosa de eso,.. jajaja pero bueno también me mojó xD jajaja

2.- Fui nuevamente a la casa de el mejor escultor del mundo!!! Mario Irarrazabal!!! *_* Lo adoro, lo admiro, y vaya que es cálido!!!! Me autografió un libro!!! *_* jajaja hazta un abrazo le robé jajaja me abalancé sobre él como un niña pequeña jajaj xD ok, puede ser conducta indecorosa, pero y qué?

3.- Vi el capi de la serie más genial!!! T_T Dios, amo a Shane West!!!  jajaj tengo un pequeño problema xD jajajaa. 

4.- En la noche hablé con mi besty!!!! Momy!!! ♥ te adoroo!!! y ya hacete luego un blog para que no paremos de jugosear!! 1313 jajajajaj xD 

5.- Hablé con mi otra besty!!! jajaj Clau!!! u.u fue liindo :D 

6.- Mañana me voy xD jajajaj asi que esta es mi ultima entrada de la semana T_T jajaja, espero no me extrañen xD 

Volky!!! debemos hablar sobre la foto... en la que no se ven tus ojos ¬¬ jajajaja, no importa hablé con Sekai y algo me contó jejeje. Esta linda tu foto!!! pero creo que aún me gusta más la del bebe!! jajaja y muchas gracias por la que te pedí!!!!!  ♥ Estan de lujo !!!  Y te voy a extrañar T_T jajaa  :D 

 U.U los echaré de menos :D jajajaja
Un besitoo a todos!!! los quiero mil y nos vemos la semana que viene, si es que me escapo :D 

Mientras, pintaré muchiiiisimo, ya lo extraño!!! 

Peace!!!! 

See yaa!!!! :D 







lunes, febrero 14, 2011

San Valentín!!




Amigos queridos míos!!! Espero tengan un lindo día y los invito a leer mi nueva página llamada Valentine's Day!!! La pueden encontrar al costado izquierdo de esta lectura xD jajaja
 Si estoy chiflada, y? xD
Un besote y léanme!!! :D

Alim =)

domingo, febrero 13, 2011

No Love

Hey chicos!! Aqui otro cuento. Aunque la verdad, esto lo escribí con la poca información que me entregaron, y espero haberlo hecho bien. Tristemente, está basado en hechos reales.

No Love


-          ‘’Después de todo este tiempo, nunca pensé que estaríamos aquí. Cuando mi amor por ti era ciego, pero… no pude hacerte verlo. No pude hacerte ver que te amé más de lo que nunca sabrás. Una parte de mi murió, cuando te dejé ir’’.


El cielo estaba perfecto. Las estrellas parecían pintadas delicadamente con uno de los más ligeros pinceles existentes y, a la vez, hecho por el mejor artista del mundo. La luna parecía estar jugando a las escondidas con la tenue nubecilla que la cubría difuminadamente, mientras la carretera continuaba su camino con alguna de sus mortales curvas.

Franco dejó de manejar por unos minutos. Se estacionó en una pequeña orilla, sacó un cigarrillo, lo encendió y procedió a fumarlo, entretanto veía el magnífico espectáculo que la inmensidad escarchada le brindaba. Una brisa ligera hizo que se estremeciera. Sintió los cabellos de su piel erizarse y un escalofrío le estremeció la espalda. Decidió, por lo pronto, que lo mejor sería volver al automóvil, y así lo efectuó.

Retomó su camino y las luces encandiladas de algunos vehículos que iban en la dirección opuesta le propiciaban una pequeña molestia a la vista. Unos cuantos kilómetros más allá cambió el panorama. El cielo se cubrió de gris y unas débiles gotas azotaron su parabrisas. Las gotas de débiles pasaron a fuertes, de fuertes a desgarradoras, de desgarradoras a granizos indómitos y furiosos que no cesaron durante minutos.

La playera negra de Franco comenzó a moverse con agitación. Su corazón daba mil palpitos por hora, parecía una locomotora repleta y abrumada de carbón. Cada pálpito se hacía más y más fuerte. Sentía que en cualquier momento su órgano vital saldría del pecho. Y eso sólo significaba una cosa: algo malo ocurriría. El simpático joven luchaba con su presentimiento mientras mantenía el carro en la vía correcta.

Todo pasó tan rápido: la lluvia no cesaba, los granizos golpeaban queriendo hacerse escuchar, el corazón insistía en salir de su lugar, su visión nublada, y de pronto… ese gran bulto negro que saltó sobre su carrocería dejándose caer metros más atrás…

¿Qué había sido eso? ¿Un cosa, un animal o, peor aún, una persona? Era tanta su sorpresa que quedó perplejo por algunos segundos. Cuando reaccionó y se dio cuenta de que podría en realidad ser una persona, se bajó inmediatamente y corrió a donde estaba el bulto, para poder aclarar la situación. Con paso firme corrió bajo la lluvia, y cuando se acercó, notó, no solo que era una persona, sino que una joven de casi su misma edad y que estaba completamente drogada.

Ella, en un momento de angustia y desesperación, no pensó en tener más solución para su vida que lanzarse a un vehiculo,  ser atropellada y morir en la carretera. Había sido un intento de suicidio.

-          ¿Estás bien?- estúpida pregunta. Era obvio que no estaba bien, pero no se le ocurrió algo más ingenioso que preguntar.
-          Sólo… déjame morir...- Franco no obtuvo más respuesta que esta, y en una voz errante y débil. Estaba claro que la intención de aquella chica era firme. No quería seguir con vida.
-          No lo creo, querida. Ven conmigo- el pelinegro tomó en sus brazos a esa débil criatura y la subió a su vehiculo. Llamó a la policía para reportar lo ocurrido y cambió su rumbo hasta el hospital más cercano.

Por desgracia para la joven, los daños no fueron muchos. Un brazo le sangraba y no había muchas heridas en su cuerpo.
Todo el camino Franco trató de mantenerla despierta, hablándole. Le dijo mil y una cosas que le pudieran subir el ánimo y recapacitar sobre su decisión, pero la joven no respondía.

Llegaron al hospital, y él esperó hasta que la terminaran de atender. Llegó la policía, y dio su declaración. Ellos le contaron que no era la primera vez que la joven intentaba suicidarse. Aleina, que ese era su nombre, se crió huérfana, no tenía más familia, y por circunstancias de la vida, terminó de mal en peor. Las malas amistades que hizo en la calle, la llevaron de a poco a sumirse en la drogadicción. Y de un tiempo a esta parte, había intentado acabar con su vida unas cinco veces, todas ellas sin éxito. Ya nadie creía que podía tener algún remedio. La gente del pueblo, sencillamente, esperaba su muerte.

Franco se horrorizó al escuchar las palabras del policía. No creyó que una joven de su edad estuviera en tal malas condiciones, y como ella no tenía un lugar a donde ir, quiso hacerse responsable.

Esa noche salieron del hospital: ella con yeso en su brazo y una mirada profundamente perdida y vacía. Él, con una nueva responsabilidad que gustoso quiso tomar.

La llevó a su casa, preparó una habitación para ella y la instaló para que viviera junto a él. Al  día siguiente, la llevó a un programa de rehabilitación, y así todo fue mejorando.

Al pasar los meses, Aleina parecía nueva. La rehabilitación le estaba cambiado la vida, pero más que nada, Franco. Se enamoró perdidamente de él. Su cabello negro que brillaba a todas horas. Sus ojos cafés que la miraban con ternura. Su voz tan particular y masculina, su forma de ser, la preocupación; el que siendo un extraño, se haya preocupado y ayudado. Todo de él le gustaba. Y ella no era la única enamorada.

Franco se desvivía por Aleina. Su vida cambió drásticamente cuando llevó a esa chica indefensa a su hogar. Él, también sin familia, encontró en ella todo lo que alguna vez buscó. Sabía que con un poco de ayuda ella mejoraría, y así sus vidas tendrían algún sentido. Agradecía que se dieran las circunstancias propicias para conocerla. La amaba tanto…

Al tiempo, la chica mejoró en su totalidad. O eso era lo que todos creían. Comenzó a estudiar, tenía nuevos amigos, su vida estaba completamente renovada, y hasta tenían planes de boda.

Franco, que a veces la encontraba mirando a la nada, sumergida por completo en sus pensamientos, se preocupaba. Cuando ocurría, le recordaba lo importante que ella era para él y para todos quienes la querían. Después de sus milagrosas palabras ella sonreía de nuevo, y él se tranquilizaba.

Una mañana lluviosa, cuado parecía que las nubes estaban tan tristes que no podían hacer otra cosa que llorar, ella no quiso ir a clases. Franco se despidió de ella y se marchó a su trabajo. No se preocupó, ya que Aleina fingió tener dolor de cabeza y malestar estomacal. Como estaban de aniversario, prometió llegar temprano y con una agradable sorpresa, que ella aceptó gustosa.

La chica se dio unas cuantas vueltas en su cama, meditó unos minutos, y luego unas delicadas gotas estallaron de sus ojos. Se levantó, se duchó, dejó la casa impecable y se vistió con su ropa más linda. Escribió una carta que dejó sobre la cama de Franco, y se marchó cerrando la puerta.

Caminó una calle tras otra, un paso a la vez. Iba con la mano extendida tocando cada árbol que en el camino vivía. No le importó mojarse, miraba el cielo con nostalgia mientras las lágrimas seguían brotando de sus ojos como si nunca fuesen a acabarse. Las gotas de lluvia seguían cayendo precipitadamente sobre su cabello, y bajaban y se confundían con las gotas que brotaban de ella. El pensamiento que se adueñó de su mente, fue en lo feliz que sería Franco sin ella.

Llegó hasta un edificio muy alto y rechazó tomar el ascensor. Subió tranquilamente las más de cuarenta escaleras…

Franco llegó a su casa con un regalo gigante, pero grande fue su sorpresa al encontrar su hogar vacío y una nota encima de su cama. La tomó y no creyó lo que sus tiernos ojos leían.

Aleina nunca se mejoró por completo. Salió de la drogadicción, pero la gran depresión que tenía sobre sí, no la dejó libre. Sentía que era una carga para Franco, y lo quería tanto, que no podía seguir permitiéndose arruinarle la vida.
La carta decía que lo amaba y que no esperaba su perdón. Lo único que quería era ser olvidada. Quería que nadie la recordara porque, según ella, no era digna de ocupar un espacio en la mente ni en la vida de las personas… no valía la pena que alguien pensara siquiera en ella. No creía que valiera tanto.

El muchacho quedó perplejo. Salió a la calle y la lluvia no cesaba. Era más intensa. Tan intensa como la noche en que la conoció. Recibió una llamada en su celular y ya sabía a dónde tenía que ir.

Franco no lo superaría nunca. Sería imposible, ya que se culpaba de no haber sospechado algo. Si hubiese puesto atención a los signos, quizás la ayuda habría llegado en el momento justo, pero no. Una gran parte de él murió cuando ella se fue. Lo peor, era que Aleina no quería ser salvada. Nunca lo quiso y nunca entendió que sí era importante para alguien, pero que sobre todo, ese alguien la amaba como nunca amó ni amaría a otra persona.

En el día se su funeral, sólo las últimas palabras que Franco pronunció, con tanto dolor y pasión, mientras depositaba una rosa negra en el ataúd, quedaron en la memoria de todos:

-          ‘’Después de todo este tiempo, nunca pensé que estaríamos aquí. Cuando mi amor por ti era ciego, pero… no pude hacerte verlo. No pude hacerte ver que te amé más de lo que nunca sabrás. Una parte de mi murió, cuando te dejé ir’’.






Donde Pertenezco

Ani!!!!! Amiga, esto es para ti.
hola chicos!!! Esta historia es bastante antigua y depresiva.. Así que si no quieren deprimirse, no lean. Jajajaja, están advertidos!!!

Donde Pertenezco

¿Haz sentido alguna vez que no encajas en ninguna parte? Haz sentido que todo lo que haces nunca es suficiente, por más que te esfuerces. Que de alguna manera estas prisionero en tu propio cuerpo, en tu propia vida… una vida que sabes, en el fondo, que no te pertenece?  Haz sentido que tus amigos profesan sonrisas vacías y no sabes por qué estas con ellos?  Haz sentido como pasan los segundos, transformándose en minutos, y estos en horas, y en días, semanas, meses y años, y sin embargo tu no vives? Así es como me siento yo… Cada día, desde que tengo memoria. Pero, quien iba a saber que sólo ahora me siento, me siento yo mismo.

Todo comenzó unos días atrás, cuando en una noche de tormenta incesable salí a mi balcón, con la intención de disfrutar la lluvia sobre mi inexpresivo rostro. Y ahí estaba; sonriendo, al fin, porque la lluvia caía implacable sobre mi cabello, sobre mi frente, sobre mis ojos, sobre mis mejillas y sobre mis labios. Sentía el impacto de cada gota en mi rostro, y era lo que más disfrutaba. Siempre quise que le lluvia me hiciera libre. Creía que sus gotas podrían liberarme de la tortura de mi vida y darme alguna respuesta que me ayudara con lo de mi sentido de pertenencia. Estaba ahí, en lo profundo de mis pensamientos, con los ojos cerrados y mi rostro de frente al cielo, cuando un leve sentir de una mano sobre mi hombro me saco de mi abstracción, y volví bruscamente a mi realidad. 

Abrí los ojos y mi sorpresa fue inmensa, cuando frente a mi vi a la criatura más hermosa sobre la faz de la tierra. Sus intensos ojos verdes, su cautivante sonrisa, su cabello castaño, y ese rostro, potenciado con las gotas que escurrían por sus mejillas, era el rostro más agradable e inspirador que en vi en mi vida… tenía una mano en mi hombro y me miraba fijamente. Al contrario de cómo yo hubiese reaccionado con cualquier otra persona, sólo lo mire con una mezcla de emoción y sorpresa.

-          Tu no eres real…-- fue lo único que atiné a decir. Al oír mis palabras el cautivante joven sólo amplió su sonrisa.

-          Cómo crees? A tu pesar y a mi alegría, tan loca no estás- me respondió mientras yo seguía con sus ojos y su sonrisa.


-          No eres real, no puedes ser real. Eres… eres perfecto. Tal y como te imaginé desde pequeña.- Seguía atónita y aún no lo creía.

-          Creo que debemos entrar. Con esta lluvia te dará una pulmonía. Y no vine desde tan lejos a llevarte conmigo, para que te enfermes de pulmonía.

Su voz era tan cálida. Cada vez que me hablaba, me sentía en las nubes y pensaba que todo era producto de mi imaginación. Tenía mil preguntas que hacerle. Cómo me había encontrado, por qué me había elegido, y lo más importante… hasta cuando se quedaría. Pero no dije nada. Sólo me callé y lo escuché. No podía dejar de mirarlo y sonreír cuando él lo hacía.

Pasaron unos pocos días y él estaba conmigo a cada momento. Ya no sabía con certeza si me lo imaginaba o era absolutamente real. Pero ya no importaba, sólo me dejaba llevar por él porque adoraba cómo me hacia sentir. Al fin sentía que al menos una persona en el mundo me conocía, me entendía y que junto a esa persona, ya no importaba el quién era yo. Junto a mí, me hizo olvidar lo rechazada que siempre fui. Hizo que se esfumaran de mi cabeza los recuerdos de mi estupida vida y de lo que nunca viví. Durante los días que estuvo conmigo no me volví a sentir fuera de lugar. El me conocía tan bien, que hasta la cosa más estupida la disfrutábamos al máximo. No más rechazo y a olvidarme del no encajar. Llenaba todos los espacios, y me hacia sentir feliz… hasta que ocurrió lo inevitable.

Estábamos estirados en el pasto, mirando las pocas estrellas que quedaban en el cielo, gracias a las nubes que anunciaban una torrencial lluvia en unos pocos minutos. Torrencial como el día en que lo encontré en el balcón frente a mi.  Me tenía abrazada y se sentía tan bien…

-          Si pasara una estrella fugaz, le pediría estar así contigo para siempre- me dijo con una leve melancolía en su voz.

-          Nada nos impide estarlo. No necesitamos una estrella fugaz- le respondí con una sonrisa a lo que él respondió secamente.

-          Tengo que irme.

-          Podemos quedarnos hasta que llueva?


-          Si, claro que podemos, pero es sólo que tengo que irme. Y no volveré. Ya pasé mucho tiempo junto a ti, y debo volver.- me dijo con tristeza.

-          No es en serio, verdad?- me senté e hice que él también lo hiciera. Lo miré a los ojos y le volví a preguntar- No es en serio, verdad?

-          Cariño, tú sabes que si lo es - Se acercó y tomo mi rostro con sus manos, me acercó hacia él y mirándome fijamente añadió- Pero no te preocupes. Ven conmigo y todo acabará. Si vienes estaremos así por siempre. Nunca más te sentirás sola. Yo estaré junto a ti y te prometo que nunca te abandonaré.


-          Pero…

-          Pero nada.- sonrió dulcemente.


-          Y que tengo que hacer? – pregunté ingenuamente.

-          Sólo acompáñame.

Me tomó de la mano y nos levantamos de aquel lugar. Justo en ese momento comenzó a llover. Ambos sonreímos y continuamos caminando. La lluvia no cesaba y era lo mejor, porque así sentíamos, por primera vez, desde que lo vi en el balcón, cómo las gotas aterrizaban en nuestros rostros. Me dejé llevar por su suave mano unos cuentos minutos. Íbamos en silencio, felices y deleitándonos únicamente el sonido de la lluvia.  Llegamos al fin a nuestro destino.

-          Debemos saltar- me dijo con una seguridad que me impresionó.

-          Estás… de verdad?- le respondí incrédula.


-          Debo regresar de donde salí, y esta es la única forma. Debemos saltar- su voz ahora inspiraba confianza y paz.

-          Pero… tú dijiste que…- traté de intervenir.


-          Confías en mi? Si lo hacemos, estaremos juntos por siempre. Ya no sentirás nada de lo que sentías hace unas semanas. No he cambiado tu vida? Debes hacerlo… por mí. Debes hacerlo por nosotros- y cuando concluyo me abrazó muy fuerte

-          Esta bien, lo haremos juntos.


-          Solo dame la mano, cierra los ojos y da un paso hacia delante. Confía en mí- y así lo hice.



‘’Siempre quise que la lluvia me hiciera libre’’, lo escuché decir justo antes de dar el paso que me condujo al abismo. Y justo en ese momento, cuando empezamos a caer, lo vi desvanecerse a mi lado. Fue tarde cuando me di cuenta de que eso nunca se lo había contado. Por lo tanto, deduje tarde que todo era producto de mi imaginación, y que me dejé llevar por el más profundo anhelo de mi corazón. Pero me queda un consuelo. Si lo vuelvo a imaginar, el estará aquí, y quizás aquí es donde debo estar… aquí en una eterna caída. Les mencioné que nunca dejé de caer? No sé en donde estoy. Solo se que cuando cierro los ojos a veces lo vuelvo a ver, y siento que pertenezco a este lugar… con él. Pero cuando los abro, busco por todos lados esos brillantes ojos verdes y no los puedo encontrar. Todo es negro a mi alrededor, pero esta bien, no? Cayendo por siempre… al fin y al cabo, es aquí donde pertenezco.






Bienvenida

Hola chicos!!!
La verdad soy nueva en esto... y la computación no es lo mio xD
Por lo tanto, no se rian si algo no esta como debería, si? =/ Sean buenos y amables conmigo :D jajaja
 bueno, eso es subjetivo. Creo que ya estoy hablando tonterías. La verdad, es tarde y el sueño esta causando algunos efectos en mi.
Espero subir mis historias, fotos de los personajes, y cosas por el estilo. Además de mis opiniones, experiencias, visiones de vida xD jajaja, ok, ok. Ven lo del sueño? jaja. Mejor seguiré tratando de mejorar esto.
Un abrazote gigante a todos y nos leemos pronto!
Un beso,
Alim =)